Muralla de la Presó, 2
Este edificio es único y singular. Si observas exclusivamente la fachada, la prisión de Mataró parece un casal fortificado, pero no te dejes engañar. La originalidad de esta construcción de ladrillo visto recae en su forma, que puedes intuir si te desplazas al Patio del Cafè Nou (nombre de la plaza posterior).
El arquitecto Elies Rogent diseñó esta prisión siguiendo el novedoso estilo “panóptico”. El objetivo de esta arquitectura presidiaria, desarrollada por el filósofo inglés Jeremy Bentham, era permitir controlar a todos los internos desde el centro del patio, gracias una torre de vigilancia central y un cuerpo semicircular donde estaban las celdas de los presos.
La prisión de Mataró, construida en 1851, es uno de los primeros edificios de Elies Rogent, el máximo representante catalán de la arquitectura historicista. Rogent también es autor del edificio de la Universidad de Barcelona y de la restauración del Monasterio de Ripoll y ha sido considerado el maestro de varios arquitectos modernistas catalanes, como Antoni Gaudí y Lluís Domènech i Muntaner.
Y una última curiosidad: aunque el edificio dejó de funcionar como prisión en 1967, hoy en sus paredes todavía se pueden ver graffitis de personas que fueron privadas de libertad.