Carrer d’Argentona, 55
Estás ante la Casa Coll i Regàs, la obra más emblemática del modernismo en Mataró y seguramente la fachada de la ciudad más fotografiada. Este edificio fue construido en 1897 por el arquitecto Josep Puig i Cadafalch, presidente de la Mancomunidad de Catalunya y autor de la Casa de les Punxes o la Fábrica Casaramona de Barcelona.
Esta vivienda fue un encargo de Joaquim Coll i Regàs, empresario mataronés y amigo del arquitecto. Varios elementos de la fachada hacen referencia al textil, profesión del propietario y uno de los principales sectores económicos de la ciudad. Te animas a buscarlos?
El primero es muy fácil: sobre la puerta principal destaca “La rueca”, una chica que entre el huso y las balanzas está hilando la lana. Esta figura fue obra del escultor Eusebi Arnau, que ya se ha convertido en símbolo de la ciudad. Ya tenemos uno!
También hay un gato que juega con un ovillo de lana, arañas tejiendo una telaraña, mariposas saliendo del capullo de seda, una liebre con un paño y hasta un mono vestido de frac (que simboliza la revolución de la teoría de la evolución darwiniana). Y en las rejas de los ventanales de la planta baja hay piezas características de la maquinaria del género de punto. Lo has encontrado todo?
El edificio, hoy gestionado por la Fundación Iluro, consta de un sótano para los servicios domésticos, una planta baja señorial, un primer piso para los dormitorios, una buhardilla y una torreta.
En la planta baja es donde más se evidencia la voluntad de ostentación de la burguesía local. Los pavimentos de baldosas, las vidrieras policromadas de las puertas, los ricos esgrafiados y los artesonados de los techos del interior merecen una visita hecha con más tranquilidad.