Carrer de Santa Maria, 5
Hoy las imágenes de los templos ya no se oscurecen por los humos de las velas. Muchas iglesias han electrificado las candelas y las velas han quedado relegadas exclusivamente al tiempo de Pascua y las celebraciones bautismales. Pero hasta hace unas décadas, regentar una cerería junto a una basílica era un gran negocio.
En Mataró la estirpe de cereros comenzó en 1871, cuando el barcelonés Francesc Ricart, con muy buen ojo, fundó justo al lado de la basílica de Santa Maria una fábrica de cera y una tienda.
Pero como la cera se emparejó con el café, en 1915 Elvira Ricart i Coll abrió junto a la cerería una tienda de ultramarinos, donde vendía café, azúcar y cacao, que llamó Cafè Manigua. La fusión de los dos establecimientos se hizo en 1966 cuando Josep Masjuan i Ricart remodeló y amplió la antigua tienda cambiando la decoración modernista original por una más actual.
En 2002 el actual propietario, Enric Riera i Masjuan, reformó de nuevo la tienda. Fíjate con la puerta de entrada con dos rosetones de madera recuperados de la tienda modernista y los rótulos de hierro forjado con las fechas de fundación del negocio. En el interior destaca el antiguo mostrador de madera, una colección de molinillos de café, rótulos de los años veinte y la antigua maquinaria de tostar café, hoy todavía en funcionamiento.