Plaça de Santa Maria, 3
Justo en el lado opuesto a la fachada de Santa Maria puedes ver una cruz de farmacia muy especial. Fue encargada en 2001 por Ramon Spà i Vera al artista mataronés Rafel Codina y March para celebrar los 300 años del establecimiento.
Se trata de un entramado de hierros forjados que sostienen un cubo de cristal con luz interior y con la cruz roja dibujada en cada cara. En su parte superior presenta un bote de farmacia de cerámica decorado con las fechas del establecimiento: 1701-2001. Una serpiente de cobre, símbolo de las farmacias, abarca el conjunto.
Antes de esa fecha, ya en 1635, consta en este mismo lugar un establecimiento de medicinas que en 1701 pasa a regentar Tomás Spà, el primero de una saga de ocho generaciones. Este establecimiento respondía al esquema de vivienda más tienda, lo que hacía que el servicio del farmacéutico fuera constante e ininterrumpido.
Si tienes la oportunidad de entrar a echar un vistazo, de la antigua farmacia aún se conserva el mobiliario de madera de las vitrinas y el mostrador, así como una importante colección de botellas, utensilios e instrumental antiguos.